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Green Book: Por el road movie de la vida


Por: Atilio Flores

Calificación: 4/5

Quizás la trivialidad de recurrir al género de “Road movie” o “películas de carretera” sea uno de los puntos a desventaja de esta película. Sin embargo, viajar es lo que en esencia nos cambia la perspectiva de ver la vida, sobre todo si nunca hemos salido del lugar de donde nacimos.


Green Book retoma dos contrastes para emprender su camino. En primer lugar la historia de como Tony Vallelonga (Viggo Mortensen), un hombre italiano del Bronx que se ve en la necesidad de encontrar un empleo para mantener a su familia; y en segunda como un pianista, “Don Shirley” (Mahershala Alí), un músico jamaiquino de color que necesita emprender una gira por el sur de los Estados Unidos, por lo que contrata a Vallelonga como su chofer personal para realizarla.


Esta dupla del destino hace que el filme retrate la situación racial que Estados Unidos afronta en la década de los 60's, mostrando un contraste atípico en la que un “blanco” tiene que servir a un “negro”, algo considerado totalmente aberrante para la época. Sin embargo, esta premisa es la que permite crecer tanto a nivel de reflexión como de cultura general en la que prevalecen los valores y el sentido común.

Viggo Mortensen encarna a Tony Vallelonga, un astuto y oportunista hombre que se gana la vida cuidando un bar. Tosco, racista y despreciable en el trato rudo, tiene como premio lo bueno de la vida, una familia unida, una linda esposa que le quiere y muchas personas que aprecian su forma de trabajar, pese a que su nivel intelectual se ve limitado a lo vanal, a lo carnal y en cierta medida a lo salvaje. 


Por otra parte, Mahershala Alí intepreta de forma sobria y fabulosa a un pianista prodigio que enarbola lo excéntrico, un gusto fino por el arte y la vida, siendo algo que lo condiciona a estar y no estar en la vida, ya que es aclamado por su música, mas no por la persona que es, ya que su talento sólo sirve para “entretener” culturalmente a las personas anglosajonas y de status altos, pero a nivel de ser humano, es relegado al trato marginal como las demás personas de color.

Este filme dirigido y escrito por Peter Farrelly junto a Brian Hayes Currie y Nick Vallelonga, -hijo de Tony Vallelonga en la vida real – nos presentan muchos esquemas y estereotipos raciales que se le eran atribuidos a las personas de color en la época, como ser ladrones, vagabundos, y ser relegados a la servidumbre. Estos cánones sociales hacen que sea un balde de agua fría para la relación que entablan los personajes principales, en las que sus mundos chocan por la incomprensión y por imponer una forma de negociación en la que ni una ni otra parte quiere ceder a ser el más débil.

En eso reside la grandeza del guión de Green Book, en el dime que te diré que entablan estos personajes y como el camino va despojándolos de sus egos, colocándolos en una serie de situaciones que no sólo van asfaltando las enseñanzas que uno aprende del otro, así como las que el cinéfilo va aleccionando, las cuales involucran incluso decidir en lo que uno ama hacer y con quienes convivir.


Si bien su estética remonta a los años 60, su mensaje sigue siendo actual, en un mundo donde aún se tienen prejuicios tan grandes como discriminar a alguien en como viste o en como habla, hasta tener que asumir que en cierta manera cada quien cumple un rol en la vida, y que ella misma se encarga en enseñar aquello que no se aprende a la primera. Aquella mentora que nos coloca en las situaciones exactas y momentos cruciales para encontrarnos con la esencia humana.

Si bien no es de los grandes filmes de la historia, incluso tras haber ganado el Oscar como mejor película del año, comparado con otras producciones como “Roma” o “La Favorita” a nivel estético, salda en el clicle de darle esa deuda moral que tiene actualmente Estados Unidos y sus políticas xenofóbicas y racistas. 

Green Book, tiene ese encanto adoctrinante, de civilizarnos, de ver cuan atenidos nos vemos en la zona de confort, siempre esperando a que las cosas que lleguen a nuestra mesa, muchas veces sin el mínimo esfuerzo. No obstante, el emprender nuevos “viajes” nos hacen recobrar esa esencia de libertad que estamos ansiosos de recobrar.

Te comparto la siguiente doble plana redactada para Diario El Mundo de El Salvador con mi somero análisis sobre los nominados al premio Oscar 2019:

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