top of page
Foto del escritorAtilio Flores

Parasite: Descubriendo al impostor


Por: Atilio Flores

Calificación 5/5

Muchas veces disfrutar del cine extranjero más allá del estadounidense parece ser un lujo que raras veces permite el circuito de Hollywood. Sin embargo, en esos intentos hemos visto como el año pasado la película mexicana de Alfonso Cuarón, "Roma", logró acaparar la atención de muchos amantes del cine. Ahora es el turno de Corea del Sur con “Parásitos” del director Bong Joon-ho.

La premisa es sencilla, la cual nos muestra la diferencia de clases en tiempos modernos, al exponer a una familia desempleada que se encuentra viviendo en la extrema pobreza y que prioriza lo material como tener teléfonos de última generación con redes sociales y aplicaciones que le simplifiquen la vida, antes que un plato digno de comida.


Estas injusticias son transformadas radicalmente a medida los protagonistas de esta familia —encabezados por el hijo menor— quien logra conseguir trabajo como tutor de inglés en una familia acomodada de Corea del Sur, hecho que da pie a iniciar un complot familiar que termina posicionando a los cuatro miembros de la familia al servicio de la casa de los Park, sin que estos sepan su nexo familiar.

La médula de esta combinación de elementos y hechos es ver el grado de hasta qué punto la mentira puede llegar a volverse una verdad, aunque ésta no encaje socialmente en algo o que no atañe a la verdadera naturaleza de los individuos, enfatizada mediante golpes de realidad que nos marcan para poder superarnos o hundirnos en la miseria.


“Parásitos” es una oda a la astucia y al cinismo que las personas pueden desarrollar para poder vivir. ¡Bong Joon-ho juega con una semiótica increíble! Con un humor negro bofetea a la sociedad de estratos económicos altos criticando la candidez, la arrogancia, el poder y, asimismo, adoctrinar un discurso de moral que justifique las acciones desmedidas del capitalistalismo, sin victimizar a la pobreza y a la simbiosis eterna del parasitismo social.


Bong Joon-ho materializa un estupendo guión con emociones hilarantes, concretas, eróticas y sádicas, casi de forma poética en cómo se puede sacar el mejor partido a una mala jugada dentro de los reveces de la vida. Joon-ho logra pasar de una comedia a un drama trágico de forma espontánea, tan natural que convierte esta sátira en una vorágine impredecible, algo al estilo shakesperiano pero con toques de Chaplin y de Hitchcock.

Aquí es importante establecer que los actores juegan un papel fundamental, ya que, más allá de que nos hacen afrontar la barrera idiomática, nos muestran actuaciones muy bien logradas que hacen compenetrarnos en cada personaje, dándole una identificación propia y de cariño, que va permitiendo darle la razón a cada uno, aunque sus hechos sean inusuales y extraños.

Asimismo, algo que juega un factor muy bien utilizado en la cinta es su fotografía que permite adentrarnos a una sensación especial a través de juegos de cámara en que nos vuelven participes de las emociones que, junto a su banda sonora, nos transforma verdaderamente en un personaje más, que debe de descubrir quién es más impostor que quién mediante diálogos cargados de metáforas y simbolismos que critican radicalmente al sistema y que divide a las clases sociales.


Para aquel que no está familiarizado con películas provenientes de los países asiáticos, “Parásitos”, es un gran acercamiento que permite valorar y abrir los ojos a nuevas experiencias que encierra la magia del cine, más allá del claustro que nos genera el sistema parasitario de rebots, secuelas y películas de héroes de Hollywood.

21 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


¡Gracias por suscribirte!

bottom of page