Atilio Flores
Calificación: 3.5/5
En menos de veinte años el buen vecino hombre araña, ha pasado por dos reinicios de su saga por los cines. Marvel ha logrado sacar a flote el iceberg que amenazaba con destruir la carrera del arácnido, pero aún le queda mucho por hacer en la construcción del personaje y, sobre todo, crear un argumento sostenible para verle crecer en los años que vienen.
Si bien no tiene un elenco deslumbrante, y pareciera ser un episodio alargado de una serie de televisión para niños, Spider-Man Homecoming responde propiamente a una caracterización del siglo XXI del arácnido más que una versión clásica como trató de establecer Sam Raimi y que no logró escalafonar la franquicia de Andrew Garfield.
Su línea argumental transcurre lentamente y parece no llevar a ninguna parte, mezclando historias individuales de los protagonistas, tanto de Peter como de su enemigo Adrian Toomes, encarnado por el legendario Michael Keaton como el Buitre, las cuales van convergiendo hasta encajar en el descenlace del filme; guardando una de las mejores escenas entre el héroe y su némesis, creando una trama y suspenso que no se veía desde la primera entrega en 2002, cuando Norman Osborn descubre en la cena familiar los cabos sueltos que deja Peter en relación a su identidad secreta.
Un punto a recalcar dentro de este aspecto es que propiamente vimos a jóvenes interpretar a jóvenes, no adultos de treinta y tantos actuando como jóvenes entre 17 y 19 años como lo vimos en la primera trilogía. Sin embargo, no existe un referente familiar que una intrínsecamente el fanservice que toma como precedente para retratarnos lo más parecido a los aspectos físicos que nos muestran los personajes de los comics, a lo cual todas las adaptaciones de este género le apuntan para volverlo familiar.
Es destacable que tratan de innovar con un refresh que desvincule el fracaso que tuvo Sony con su intento de sobre saturar y arruinar las últimas películas del trepamuros; tomando como acierto compartir los derechos de franquicia con Marvel Studios, permitiendo la integración del “hijo pródigo de Marvel”, para pertenecer y tener acceso al Universo Cinematográfico que ha creado, desentrañando la unión mítica del personaje con otros de la Casa de las Ideas.
Por otra parte, Tom Holland logra darle carisma al personaje, mostrándonos a un Peter Parker introvertido que expresa sus inquietudes e inseguridades, no obstante, su alterego al convertirse en el arácnido, surge de forma espontánea, rescatando la comicidad del personaje a la perfección, algo que no lograron acentuar muy bien sus predecesoras.
No obstante, hay un factor que no concuerda con el agrado general, y es la forma en que es vista la posición de Peter en su emerger como superhéroe: la de ser tratado como el “niño”, el que debe de mantenerse alejado de problemas y que, por lo tanto, no se le debe prestar atención en un mundo de complicaciones y amenazas mayores, marginándolo al “cuidado” de Happy.
La actuación de Michael Keaton en el filme es uno de los elementos más acertados. Su caracterización le da un toque entre el padre sobreprotector de una mafia organizada y un gánster que busca prevalecer en el mercado a toda costa. Si bien es conocido el handicap de Marvel en echar a perder a sus villanos, es de aplaudir que no muriera como el resto de sus antagonistas en sagas anteriores y que encaminen a formar una trama más desarrollada que le de un realce a la introducción del personaje en este filme.
Los easter eggs empleados en la película le otorgan un aporte muy singular al desarrollo de la misma, tratando de encajar y convencer de que cada elemento que sale hace nos haga referencia a que Spidey siempre estuvo en el universo compartido del UCM.
El diseño de vestuario, enfocado principalmente en el traje del hombre araña, retomado al visto en Civil War, logra darle una caracterización especial como un personaje más dentro del filme, “Karen”, como lo vimos con la Capa de Levitación del Dr. Strange y con la inteligencia artificial Jarvis y Viernes de Tony Stark. Esto no significa un plus a la película, sino más bien no logra imprimir algo original que se vio en los comics y series animadas en donde Peter elabora su traje y poco a poco lo vuelve más tecnológico.
Esto devela otro factor, la codependencia con Tony Stark, y su labor de “mentor” del nuevo justiciero de Nueva York, el cual si bien no aparece en exceso y se limita a un simple cameo, deja un sinsabor de robarle el protagonismo que Peter debería de impulsar por sí mismo, no como un reflejo que surge de la sombra que Ironman va dejando en su carrera de salida del UCM, aunque al final deja en claro lo que busca y lo logra; proceso que es de verle madurar en las próximas apariciones como en la Guerra del Infinito.
En cuanto al diseño del Buitre, muestra en ciertos factores la misma línea que trató de mantener Sony con sus villanos, los cuales parecían más ciborgs y robots que propiamente némesis surgidos a causa de mutaciones, experimentos fallidos o planes maquiavélicos, restándole un impacto poco creíble, lo cual no es explicado dentro del filme y aúna a una suposición por parte de los espectadores, a que el villano surge como un enemigo acérrimo del capitalismo y de Los Vengadores, quien curiosamente se ha mantenido en odio constante por 8 años en el anonimato...
En conclusión, Homecoming es la llegada de Spiderman a su casa; sin embargo, es de ver como le va junto a los demás inquilinos de Marvel para determinar si merece que su nombre quede reinvindicado en la gran Casa de las Ideas, por el momento es una gran bienvenida que Marvel debe de celebrar. Te invito a leer la siguiente mi nota previa escrita para Diario El Mundo:
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