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«Spider-Man: No Way Home», El sorprendente poder del «fanservice»

Actualizado: 26 may 2022


Calificación 3/5

Por: Atilio Flores


La llegada de los años 2000 acobijó el contemporáneo cine de superhéroes. Si bien las películas que antecedieron en las décadas de los ochenta y noventa sobre héroes no tenían el tinte de realistas ni de espectaculares, comparadas con lo que la industria otorga actualmente con sus alucinantes efectos especiales, marcaron los primeros eslabones del género. El siglo XXI arrancó con ese potencial y su éxito empezó a marcar un «crescendo» que parece querer exprimir hasta la última gota, en la que muchas compañías cinematográficas han tratado de descifrar cómo la piedra de Midas de los superhéroes funciona.


Es así como tres hombres araña se han columpiado por tres generaciones distintas, construyendo y deconstruyendo al personaje de Peter Parker, y que se nutre de un propio folclore con cada actor que ha interpretado al arácnido, pasando por Tobey Maguire (2002-2007), Andrew Garfield (2012-2014) y que ahora es relevado por el británico Tom Holland, quien ha interpretado al personaje desde 2016, bajo el sello característico de Marvel Studios.

El Spider-Man de Holland es para muchos una de las peores adaptaciones del personaje. No solo por la forzada trama de codependencia de Tony Stark (Iron Man) desde su primera aparición en «Capitán América: Civil War» (2016), sino también por el reparto de actores que han dado vida a los personajes de los cómics que encierra Spider-Man. Además de la acentuada ingenuidad e inocencia —que raya incluso en la estupidez— de un niño al que no le ha costado nada, algo muy diferente de las versiones anteriores.

Dos entregas bastaron para determinar que la tendencia de estas películas parecía un episodio más de las series de Disney, y a pesar de que incluso batalló junto con Los Vengadores (2018 y 2019) en una cinta más seria, su nivel de madurez no parecía aterrizar. Por ello, esta tercera entrega en solitario parece un completo «plot twist» o giro de guion, que cambia totalmente la forma de ver a Holland como Peter Parker.


Como as bajo la manga, Sony Pictures y Marvel Studios juegan una entrañable aventura de fantasía y ficción que arroja —momentáneamente— la casa por la ventana. Los primeros avances del filme nos mostraron a los mejores villanos de las sagas anteriores enfrentándose nuevamente contra Spider-Man en una sola cinta, y por si fuera poco los mismos actores les darían vida. La incógnita era la forma en que se entretejería la historia o si se volvería simplemente un cameo de estos y, como tal, corría el riesgo de echar a perder no solo la franquicia del Spider-Man de Holland, sino también la de sus predecesores.

Sin embargo, el buen vecino Spidey logró vencer eso y no es para menos haberse valido del «fanservice», o aquello que está hecho para que los fanáticos lo logren identificar y amar, pues cada escena, cada diálogo, cada referencia es un vivo ejemplo de ello, que culmina con una euforia de querer ver más, tal cual el mayor fan lo haya podido escribir acerca de su personaje favorito. Y, aunque fue algo nunca visto, tampoco logró cruzar el umbral de lo predecible en la fórmula, pero que complace en su esencia.

No obstante, no era para menos que la creación de este «evento» o experiencia en el cine no viniera acompañada de la aplaudida e histérica reacción del público durante la aparición de Tobey Maguire y Andrew Garfield como los Peter Parker de otros universos, para convertirse en la ayuda que necesita en el momento más crucial en que el héroe se forja en su forma definitiva.


Holland, sin duda, es la estrella de esta ambiciosa película con personajes corales y nunca es eclipsado por sus coprotagonistas, siendo una forma muy ingeniosa del guion y otras veces por conveniencia.

Por otra parte, es innegable que la cinta es robada precisamente por los antagonistas, principalmente por Willem Dafoe, como el Duende Verde, al darnos una versión más oscura y lunática a la vista en su primera ocasión en 2002. Asimismo, Alfred Molina sigue reafirmando ser el inigualable Doctor Octopus.

«No Way Home» se convierte en una «película de altar», que sirve como un homenaje a los Spider-Man contemporáneos y al mismo tiempo como remiendo de la atropellada carrera del arácnido en el Universo Cinematográfico de Marvel, marcando, a su vez, el inicio de una nueva era del cine en donde los «crossovers» entre sagas anteriores se unifican para dar paso a fantasías inimaginables.


Te invito a conocer más sobre el personaje en el siguiente infográfico sobre Spider-Man No Way Home diseñado y escrito junto a Iván Barahona en un especial hecho para Diario El Salvador: https://bit.ly/366gti5


* Esta crítica fue escrita por el autor para «La Claqueta» Diario El Salvador, publicada el 9 de febrero de 2022

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